Saturday, November 11, 2006

Dinero

No sé si sabían que ando haciendo maestría en creación literaria... pues ahora lo saben. Y pues, este es un ejercicio de diálogo, cuyo resultado me gustó. El propósito del ejercicio no lo logré (del todo), pero el cuento está chévere... (al menos eso creo).

Dinero
por: Joel
©

-¿Me puedes prestar unos chavos?

-Sí, claro. ¿Cuánto?

-Eeh... -lo pensaste, antes de decir la cantidad completa- Tres...cientos...

-¡Trescientos pesos! ¿Estás loco?

-Pero no es tanto...

-Estás loco, mano. ¿De dónde voy a sacar trescientos pesos?

-¿No tienes ningún ahorro?

-¡Ja! La verdad que eres cojonú. Si los tuviera no te los prestaba. ¿Tú sabes lo que son trescientos pesos?

-Sí -dijiste, preguntándote qué hubiese dicho si le decías la cantidad correcta.

-Bueno, ¿y para qué quieres tantos chavos así de momento?

-Es que tengo que pagar... el celular.

-¿Trescientos pesos de celular? ¿Pero y cuánto tu hablas?

-Un montón.

-Estás cabrón. Estás cabrón.

-Sí -dijiste, y se te escapó entre los dientes-: voy a tener que pedir un préstamo...

-¿Un préstamo? -te escuchó-. ¿Para pagar un celular? Mano, córtalo por un mes, y págalo poco a poco. ¿Un préstamo pa un mísero celular? Es más, toma -te dio veinte dólares-. Empieza con esto hoy. Pero tienen vuelta. Oíste.

-Sí.

-Pero dale, acábate de ir.

-Ya voy, ya mismo. Tengo que comer algo, que tengo un hambre.

-Oye, ¿tú no estás en algo mafioso o algo así, verdad? -dijo él sonriendo.

-No, no, no. ¿Yo? ¿Con lo pendejo que soy? ¿Cómo va a ser?

-Na. Es que parece que le debes chavos a la mafia o algo así.

-Ahora el que está loco eres tú. Las cosas que tu piensas...

-Bueno, uno nunca sabe. Mira los terroristas esos, un día son buenos y al otro se tiran con to y bomba.

-Jum.

-Oye, ¿te acuerdas de Samaida?

-La que estaba bien buena en el party, sí.

-Pues esta noche le voy a dar bien duro.

-Ok.

-Primero la voy ya llevar a comer y después no se sabe. Así que no puedes estar aquí cuando vuelva.

-Ok.

-Bueno, pues me voy a bañar, porque como tú estás hablando tanto...

-Oook.

-Ok, ok, ok, tan cabrón...

-Mañana me dices cómo te fue.

-Sí, sí -y se metió al baño.

-¡Oye!

-¿Qué? -contestó, su voz se escuchaba con eco.

-¿Tienes el teléfono de Robert?

-En el celular. Búscalo. Le a vas a pedir chavos a él también, ah.

-Sí.

-Buena suerte... Ese está más pelao que tú y que yo juntos

2 comments:

Kahlúa Macarena said...

¿cuál era el propósito del ejercicio que no lograste?

J O E L said...

Tenía que escribir un diálogo donde un personaje tuviera un secreto que el otro personaje no descubriera, pero que el lector sí.
comprenez vous?