Joel's Thoughts on Cheap Stuff

A mi no me gusta ir a las tiendas Uno, Dos, Tres, y mucho menos ahora que las cosas tienen el dichoso tax, que si sale a un peso, pues te jodes porque tienes que dar los siete, los seis, o los cinco chavos y medio... Pero bueno, el tax no es el propósito de este post, este post es sobre cosas baratas... Así, que vuelvo a la tienda. Pues, como decía, detesto la tienda unodostres, por las cosas mierdosas que venden, aunque, si eres un universitario viviendo con un minimun wage en la ciudad de Nueva York, pues encontrarás que esta tienda es heaven... Lástima que no los hay allá. Pues, detesto la tienda, lo repito. ¿Pero, Joel, no crees que ese odio que le tienes en algún momento se convertirá en amor? Pues la verdad no creo, a lo mejor cuando esté viejo y senil, que no me esté dando cuenta de las cosas que hago... pero para eso ya estaré viviendo en Argentina, vecino de los nietos de Wilkins, o estaré qué sé yo, en Australia o Japón, allá hay tiendas baratillo también, pero no son Unodostres.

Pues la idea de este post no era hablar de la contrayá tienda, lo que pasa es que de pronto se me ocurrió mencionarla y ya ven la disgreción enorme que produjo. El propósito principal de este post era decir que a mi me encantan las cosas baratas. Pero, Joel, eso contradice completamente tu párrafo anterior. ¿Y? ¿No puedo ser contradictorio? La gente es complicada, you know... Anyway, la cosa es que me encantan las cosas baratas, y no porque yo, en sí, sea barato, no, para nada. Lo que pasa es que hay ciertas cosas que son baratas y son mucho mejores que sus contrapartes caras. Y no me refiero a las figuritas de mala muerte que venden en Unodostres. Así que aclararé ahora, en este preciso momento. ¿A cuántos le gustan los Snickers? *Joel lifts up his hands, as if he were a little boy in the eight grade* (Hablando del octavo grado, tenía una maestra de español que vendía sandwichitos, ella era súper, además de que sí daba clases, al contrario de la maestra de historia de décimo grado, quien era la competencia de la del octavo, y cuya clase era una mierda, yo me rehusé a hacer cualquier trabajo de historia, especialmente el trabajo de los pueblos, y saqué dos F's, pero de alguna manera pasé la clase con C-, ¿que cómo?, hasta este día es un misterio. Me hubiese gustado decirle en la cara que como maestra era un sandwichito con moho tirado en una cuneta). Pues como iba diciendo, me encantan los Snickers. ¿Pero, Joel, y qué tienen que ver los Snickers con cosas baratas? Pues, ¿cuánto vale un Snickers? Un peso, o tres si eres lo suficientemente pendejo para comprarlos en el cine. Pero, escojamos el de a peso. Comparado con los chocolates estos Whitmans... Pues aquí va mi dicotomía (esa palabra me intriga y en este momento no sé si la estoy usando correctamente, pero la usaré sólo porque me da la gana). ¿Cuánto valen los Whitmans? Una purruchá. ¿Y saben buenos? No, a carajo saben (o por lo menos tres cuartas partes de ellos). ¿Entonces para qué rayos comprar chocolates caros para tener una experienca bucal estupendamente horrible, cuando puedes comprarte un jugoso y chicloso Snickers, del cual disfrutarás cada maní recubierto de caramelo junto a cada pedacito del "nuggat"? Ahí estriba mi gusto por las cosas baratas. Pero no se queda ahí. El vino. Para mí, mientras más barato, mejor. Es que los vinos caros "finos" son súper ágrios y secos, así que mejor me quedo con los suavecitos y dulcecitos... y total, la juma será más rápida con los baratos, y no tan sólo rápida, sino también alargada, por la cantidad de botellas de Ponteveccio que puedes comprar. Jajajaja... A la verdad que sí soy barato en ese sentido... Y qué me dicen de los hamburgers de un peso de Wendy's? ¿O las papitas? No me digan que no, porque si no pecan de no haberlos probados, porque no he encontrado a nadie que diga nada malo sobre Wendy's (bueno, excepto mi padre, que a él no le gusta por razones totalmente objetables e irracionales) (¿Joel, terminarás el paréntesis de tu padre sin decir la razón irracional y objetable? No nos dejes así, canto de cucador) (pues está bien, la razón es la siguiente, él aduce que los hamburguers de Wendy's son súper chiquitos, (él come mucho), y no se le comparan a los de BurgerKing, y yo le contesto, que si ha visto el triple carne de Wendy's, pero entonces pienso que ahora burgerking tiene uno de cuatro carnes... UY, de tan sólo pensarlo me da algo....). Anyway, ¿por dónde iba? Pues iba por el "denounment" de este post, porque se me está acabando la inspiración teclearetil (wow, me sorprendo de mis palabrotas disparateras). Pero antes, tengo que mencionar las cosas baratas que no aguanto. Por ejemplo: los dvd's y cd's pirateaos. Para nada, no diré que tengo cd's pirateaos por si acaso hay por ahí agentes del fbi observando, (porque no los tengo) pero diré que los he visto por ahí, y los detesto. Primero por lo baratos que se ven, ni cajita ni dibujitos ni na, como que la experiencia no es la misma. Entonces cuando ves el dvd en la tv está explotao de blanco y me encojono y no veo na. Los cd's de música no tienen ese problema pero también sufren de ser poco llamativos y de quedarse olvidados en alguna colección de cd's que están completos con sus nombres en los lomos. ¿Qué más? Bueno, creo que ya mi punto has come across.

So, cheap stuff is good when they taste right. And not when they look wrong. It's all about the senses. If it feels right, the cheap prostitute is good, but if she sounds slushy or wheezy, then lo barato te ha salido caro... cómprate una muñeca de calidad... evitarás enfermedades venéreas.

Y así, sin más ni más, con un final más o menos sorpresivo los dejo hasta el próximo post.