Wednesday, May 16, 2007

Delátame

Pues, dado que Luis Ponce publicó su cuento casi ganador (o debería decir no-ganador) del Campeonato de Cuento etc etc, pues me dio envidia y también publicaré mi cuento no-ganador. Aquí va.

Ah, otra cosa, esto lo escribí como parte de lo que aparenta ser una serie de cuentos extraños, así que lean: Acúsame antes o después de este pa que vean los paralelismos (si es que los hay).


Delátame
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Pero la saliva te hace resbalar sobre los pulcros azulejos del claustro baño. Te sostienes del lavamanos y observas al sol matutino fulgurar a través de la ventana, sus columnas de luz ensartan la niebla de vapor que revolotea en los ápices del techo desde que te duchaste. Apesta a saliva y a dientes amarillos. Apesta la boca que bloquea la puerta, entre cuyos labios pulposos se estriega la lengua hinchada, aguándose ante tu cuerpo desnudo; y te husmea. Te acecha. Te fisga. Te pregunta si accederás, si permitirás, una vez más, que te relama la piel límpida y lustrosa. Y la saliva se le derrama copiosa. Tus pies descalzos se escurren. Resbalas. La lengua te sujeta con su áspera tersura. Y gime. Y aprovecha para saborearte y arrastrarse desvergonzada sobre tu ombligo, alrededor del torso, por tu vientre, y sobre los tiernos músculos que se asoman bajo tu piel de miel. Te asqueas. Y la apartas. Una red de hilos gelatinosos se adhiere a tu mano y se estira. La lengua babea con abundancia y exhala su empapado aliento de vinagre, y se agita, escupiendo las esquinas. La saliva se empoza, pues apenas se drena por la ranura de la puerta. Ya flotas en las lavazas aglutinadas y espesas que te hurgan entre las piernas. Y vuelves a negarle el placer a aquel gusano. Si no te dejas lamer, te masticaré y te chuparé hasta que no te quede piel, y diré lo que haces y contaré lo que me haces, te delataré... La saliva ondea perezosa con cada palabra de la lengua, como un charco pantanoso. Y te niegas por tercera vez. Furiosa, la lengua separa los labios y comienza a tragarse el pozo de saliva. Tu cuerpo se desliza como en una chorrera y se deposita sobre el blando beso de la boca. Y la boca sonríe y la boca jadea. La sientes trepidar en éxtasis al encontrar tu carne caliente, y sientes la lengua lamiendo la galería de tu espalda. Esbozas un gesto de repugnancia y, sin mirarla, le susurras con rencor y con la sonrisa mordaz tu ingenio: delátame y verás.

5 comments:

Iva said...

Uf, qué cosa más cautivante. Me encanta la cadencia, el ritmo, el misterio, la amenaza. Buenísimo.

J O E L said...

qué emoción, gracias, subconscientemente ese ritmo esa cadencia, misterio y amenaza es lo que quería

Agentes Catalíticos said...
This comment has been removed by the author.
Samuel Medina said...

Sí, yo estuve ahí (sagrado), leíste bien el cuento. Dejaste a la gente con la lengua por fuera. Lamentablemente yo no pude leer el mío. Hice número 84. Pésima organización.

Unknown said...

"La lengua babea con abundancia y exhala su empapado aliento de vinagre [...]"

Mano, esta cita es una joya. Me impactó desde que lo leíste en el Campeonato. Acúsame y Delátame son relatos dark y perturbadores y por eso atraen, por esa cierta familiaridad de que en algún punto todos hemos dicho cosas parecidas en nuestra mente o conciencia.