No, no, no me voy a poner a criticar el Ensayo sobre la ceguera de Saramago, no, no, si ni lo he leído (leí el otro, el Ensayo sobre la lucidez y lo encontré bien... lúcido). Lo que les voy a enseñar es mi televisor a punto de sucumbir ante la miopía. El pobre ya ni puede abrir los ojos... Y pensar que su mayor ilusión era ser oftalmólogo. Siempre hablaba de ver los horizontes de Japón y las montañas del Tibet, pero, su vista se pierde a una rapidez espantosa y pierde, pierde oportunidades con cada momento.
¡Pobreciiiiitoo!((ya mismo lo echo al zafacón))
7 comments:
Por eso siempre compro la garantía...
bueno... también es que está viejito
¡¡Ha cometido suicido de tanta tele que ves!!
Comprate uno de esos Plasma!..
Lol, lets dream on.%_%
me recuerda a mi esposo que vino corriendo a decirme emocionado con una sonrisa de lado a lado: "¡se dañó el televisor!" ¬¬
Iva, no, es que envejece na más, aunque a lo mejor se le están gastando las neuronas de tanto que la miro.
Kiki, uy, los plasmas mueren muy jóvenes (o eso dicen).
kalhúa, a lo mejor es que él estaba contento de que ya no sufriría más. Además de que conseguiría a otro. Y cuando muere un televisor eso es noticia casi jaaja
¡no lo hagas joel, no compres uno de plasma!
¿sabes que si todos tuvieramos un tv de plasma en nuestras casas, explotaríamos la isla?
de igual forma, no son una buena compra. mueren jóvenes y peor aún, si lo dejas prendido mucho rato, se le pueden quedar pegadas las imágenes...muy mala inversión.
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