Tuesday, February 20, 2007

Cuando la lluvia finalmente cae

Hace más de mes y medio que no caía una gota de agua por estas tierras. La temperatura, a pesar de que han sido más altas de lo normal, ha estado fresca. El sol estaba tan y tan brillante y tan fresco que solamente llamaba para que se fuera a la playa. Entonces, en las noticias, los meteórologos no tenían mucho que informar en cuanto a las condiciones del tiempo, trataban de rellenar sus segmentos, pero cuando uno veía los mapas, no había nada de nubes por ninguna parte circundante de Puerto Rico. Y anunciaban que ha estado muy seco para la época del año, que la época seca usualmente es en Cuaresma. Y, debajo de esas informaciones, lo que insinuaban era el peligro de una sequía.

Entonces, ayer, a las cinco de la tarde, el cielo se nubló de la manera más espectacular que jamás yo haya visto. Quizás sí lo había visto así de gris, pero después de tanto tiempo con el sol brutal y complaciente, ver el cielo así de nublado conmueve. Y más a mí, que me encanta la lluvia y la nubladera. Las nubes se revolcaban las unas entre las otras, como si fuesen olas embravecidas del mar. Caminé debajo de las nubes, pequeñas gotitas se les escaban de sus brazos, pero el cielo no se dejó caer. Quiso aguantarse para que cuando finalmente dejara caer su agua, la disfrutáramos como una bendición, o como un orgasmo.

Entonces, amanece Puerto Rico con el frío de un rocío que ha caído en chubascos, con la lluvia que se desborda desde el cielo a ratitos, y que arruya sanamente y humedece las raíces sedientas de las gramas, las plantas y los árboles. El sol está cubierto de una cortina gruesa, y parece que la tierra languidece, pero es así como vemos la grandeza del planeta, la maravilla del movimiento, del cambio, de las metamorfósis, y la maravilla de lo que es crecer y vivir.

4 comments:

La Caribeña said...

Eso es así, cuando menos uno se lo espera, llueve, y siguen cayendo gotas sobre mi persona... gracias por comentar..

:-)

Iva said...

ese último párrafo joel, es poesía pura.

Kahlúa Macarena said...

recuerdo que no llovía desde el 26 de enero, y que ya estaba aborrecida de la lluvia (en guaynabo llueve todos los días - no en bayamón). entonces no caía ni una gota y todo estaba seco... este aguacero hacía falta. y el frío de anoche regresó como el hijo pródigo... hoy comienza la cuaresma. esperemos la lluvia nos traiga frutos y no sequía...

Anonymous said...

Ay que delicia, yo dormí sin aire, sólo con la brisa de afuera. Para mi eso es algo glorioso porque en San Juan con tanto cemento es bien díficil hacer eso. Espero que vengan mas días así.
Y ese último párrafo quedo para un anuncio del Banco Popular, mira ver somételo!